sábado, 9 de noviembre de 2013

El diario de Ana Frank

El diario de Ana Frank es un libro basado en la vida de Anheleis Marie Frank. 

Ana Frank nació el 12 de junio de 1929 en Frankfurt, Alemania en una familia judía. Pero en 1933 sus padres se mudaron a Ámsterdam (Holanda). 

El día de su cumpleaños número 13 Ana recibió como regalo un diario el cual la llenó de mucha felicidad y decidió llamarlo kitty. Ana llevaba una vida normal y agradable junto a su familia; compuesta por su madre Edith Frank-Holländer, su padre Otto Frank y su hermana tres años mayor, Margot. 

El comienzo del diario de Ana Frank, habla de su vida normal, detalles de cómo era el colegio; siempre rodeada por sus amigos y amigas, de cómo su profesor de matemáticas el Sr. Kepler se la pasaba regañándola porque no se podía quedar callada ni un momento y la castigaba poniéndola a escribir monografías, tema: una charlatana, hablaba de sus pretendientes pues Ana era una niña muy bonita; así como de su primer amor Harry Goldman comentarios típicos de una niña de 13 años. 

Hasta ese momento Ana de lo único que tenía que preocuparse era de sus estudios y de sus amigos, pero de repente todo cambió. Empezó la segunda guerra mundial y Holanda se vio invadida por los alemanes. Un día mientras caminaban por la plaza su papá le habló de un escondite al cual debía ser necesario que trasladaran todas sus cosas y sobre todo trasladarse ellos para no caer en manos de los alemanes. 

Desde ese momento Ana se sintió muy angustiada esperando a que no se llegara ese día. Su papá recibió una carta de la SS para que se presentara; pero no era para que se presentara su papa sino Margot, por lo que tuvieron que partir. 

El jueves 9 de julio de 1942 los Frank abandonaron su hogar para trasladarse a su refugio abandonando algunas de sus pertenecías y llevando consigo solamente las necesarias. El anexo era una de las oficinas de la empresa de su padre, no era un lugar muy confortable pero debían adaptarse pues se convertiría en su nuevo hogar. Pero no habitaban solos pues días después llegaron los Van Daan una familia conformada por tres miembros. El primero en llegar fue el hijo: Peter al cual Ana consideraba un fastidioso. Luego, en el periodo en que recién se habían instalado en la casa de atrás, habla de su adaptación al escondite y a sus compañeros. 

Al principio le cuesta mucho la convivencia, lo pasa muy mal, ya que todos la toman como una ¨niña inmadura y parlanchina especialmente la señora Van Daan que aprovechaba cada oportunidad para hablarle de cómo se debía comportar; pero su papá siempre salía a su defensa. 
Ella cuenta como solamente confiaba en su padre, le contaba todos sus problemas ya que se sentía más cómoda con él que con su madre. Para ella su padre era un buen ejemplo de hombre, en cambio su madre le parecía el peor ejemplo de mujer y de madre, porque creía que ella no aguantaría vivir su vida como su madre, que solo se ocupaba de las cuestiones de la casa. 
El octavo miembro en unirse fue el señor Albert Dussel un dentista con el que Ana compartiría su alcoba situación que no le agradaba del todo. Ella va contando su experiencia día a día. La mayoría de las jornadas le resulta excesivamente fastidiosa, en aquel escondite no encuentra nada que hacer, pero algunos otros días, según relata, se los pasaba llorando en su habitación ya que el encierro hacia decaer su estado de ánimo. 
El mal humor, también era algo bastante normal en el escondite, el estado en el que vivían, hastiaba a la mayoría de las personas. Por esta razón, los ocho judíos allí ocultos, no entablaron una relación de amistad, simplemente coexistían en el mismo espacio y procuraban hacer una vida lo más normal posible. Después de un año en la Casa de atrás, Ana se hizo ciertamente amiga de Peter el hijo de la familia Van Daan. 
Detalla en su diario un cierto enamoramiento entre los dos jóvenes, cuenta como la mayoría de las noches se las pasaban en la habitación de él, mirando por la ventana las estrellas y la luna. Esos fueron los momentos más felices que Ana describió durante su estadía en el escondite. El diario de Ana Frank termina el 1 de agosto de 1944, porque el 4 de agosto de 1944 cuando fueron finalmente encontrados. 
Los agentes de la Gestapo detuvieron a todos los ocupantes y los llevaron a diferentes campos de concentración. Después de permanecer durante un tiempo en los campos de concentración de Westerbork y Auschwitz, Ana y su hermana mayor, Margot, fueron deportadas a Bergen-Belsen, donde ambas murieron durante una epidemia de tifus a causa de las malas condiciones de higiene en que se encontraban, entre finales de febrero y mediados de marzo de 1945.  De todos los habitantes del anexo, solo el padre de Ana volvió.


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