lunes, 23 de diciembre de 2013

Mis 7 razones por las que hay escribir a diario

No sabía si poner esta entrada en la sección "Cursos literarios" o aquí, pero me decanté más por esta sección.
Volviendo al tema, me he tomado la libertad de daros una seria de razones por las que deberíais escribir A DIARIO si alguno quiere convertirse en escritor. Ahí van mis 7 razones para escribir todos los días.


1. Te obligará a tener ideas nuevas.

Hay ideas por todas partes, en cualquier cosa que hagamos o veamos, pero la única manera de sacarlas de nuestra cabeza es buscarlas y plasmarlas en una hoja. 


2. Te ayudará a mantener el tono a lo largo de toda tu novela.

Es bastante complicado tener siempre el mismo tono durante una trabajo desarrollado durante largo tiempo (en nuestro caso una novela que como algunos sabréis tarda entre meses y años en completarse), pues podremos tener cambios de animo que influirán en el resultado de la historia. Para evitar esto, escribir cada día nos resultará muy útil.

3. Hacen falta 10.000 horas de práctica para dominar cualquier disciplina.

Por lo que evidentemente, si queremos llegar a esas 10.000 horas, tendremos que practicar a diario y dominar el arte de la literatura (aunque muchos escritores, y debo decir que estoy a favor, dicen que por mucho que escriban, siguen sintiéndose torpes a la hora de enfrentarse a un nuevo reto literario).

4. Te clarificará las ideas que tienes sobre la historia que estás preparando.

Escribir es la mejor forma de descubrir lo que uno piensa sobre un tema y  de descubrir hacia dónde nos puede llevar un personaje o una situación. Después de haber emborronado páginas y más páginas divagando sobre el tema, tendréis perfectamente claro toda la estructura que necesitáis para escribir de un modo efectivo esa escena de una página en la que os habéis quedado atascado.

5. Mejorará tu prosa mejor que ningún otro ejercicio.

Si digo que la única forma de aprender a escribir es escribiendo, me diréis que eso es algo más que obvio. Y en efecto lo es. Pero hay quien pretende ponerse con una "peazo" de novela sin antes haber escrito ni siquiera un diario o algo por el estilo. Y aunque tengamos mucha ilusión, tristemente no publicaremos nunca nuestros primeros escritos, como es obvio también. Por eso, no tenéis que dejar de escribir y corregir y escribir y corregir... (tantas veces como sea necesario) hasta que vuestras frases digan sólo lo que queréis decir y con el ritmo con el que lo quéreis decir. La práctica diaria te ayudará a conseguirlo.

6. Te forzará a tomar decisiones y no dejarte vencer por el bloqueo.



Es muchísimo mas fácil sobre llevar una tarea pesada y densa en pequeñas partes que llevarla como un todo. Escribir a diario y constantemente nos ayudará a centrarnos en el paso siguiente a dar y enfocarnos en él.



7. Cuesta 21 días crear un hábito.

Este es EL mandamiento de todos los mandamientos. The fucking master of the 7 reasons! Si practicáis diariamente y sacáis aunque sea media hora para avanzar en vuestro proyecto, no adquiriréis el hábito. Luego comprobaréis que no os costará nada sacar una hora o dos más para vuestra historia y será entonces cuando el trabajo quedará totalmente automatizado y enraizado en vuestro cerebro.

Espero que os hayan servido de gran ayuda estos simples aunque no tan simples mandamientos del escritor. Gracias por pasaros y no olvidéis suscribiros a mi pequeño gran tesoro La Vida en Tinta. ¡Un saludo!

domingo, 22 de diciembre de 2013

Memorias de una Geisha


Click aquí para descargar

Bueno, lo prometido es deuda. Aquí tenéis el libro ya reseñado en la entrada anterior y en formato epub, el cual podéis pasar a pdf con el conversor que tenéis aquí en mi blog. ¡Disfrutadlo!



Memorias de una Geisha

Sinopsis

En Memorias de una geisha Arthur Golden abre una ventana al hermético y misterioso mundo de las geishas de Kyoto, donde la sensualidad y la belleza se dan la mano con la degradación y el sometimiento. Poco antes de su muerte, Sayuri relata a un amigo su atribulada y fascinante vida: cómo, desde una mísera infancia, llegó a convertirse en una de las geishas más famosas del Japón de entreguerras, un país en el que aún resonaban los ecos feudales y donde las tradiciones ancestrales empezaban a convivir con los modos del mundo moderno. Apasionante y sorprendente.


Reseña

A pesar de ser una historia ficticia, el autor ha sabido captar fielmente la esencia, el misterio y el cierto erotismo que envuelve a estas extraordinarias y espectaculares mujeres.


Esto fue lo que más me gustó del libro. La cultura japonesa siempre me ha parecido muy exótica a la vez que lejana, por lo que gracias a esta pequeña joyita he podido conocer a un antiguo sector de la población desconocido para mí. Siempre pensaba que eran simples amantes, pero la realidad es algo diferente. Son mujeres arrancadas de su hogar desde pequeñas, sentenciadas sin remedio a una vida que ellas no eligieron por el hecho de no tener a donde ir, pues la alternativa que les queda es poco menos que humillante (prostitución). Obligadas a aprender las artes propias de las geishas y a vestir, maquillarse y peinarse como tal, el libro relata con exquisita fiabilidad las penurias por las que pasan estas criaturas. 

En este sentido, nuestra protagonista Chiyo y más tarde bautizada con su nombre de geisha Sayuri, es una de tantas niñas vendidas a las okiyas para que sirvan como criadas en principio y más tarde, si demuestran sus habilidades en el arte, convertirse en geishas. Se ve en ella los cambios que realiza tanto a nivel físico como psicológico, las adversidades por las que pasa a lo largo de su estancia en Gion, la capital por excelencia de las geishas, y sobre todo sus roces con la actual geisha de su okiya, Hatsumono. 

Lo maravilloso de esta novela y el tema principal, es que a pesar de todos estos factores, ella no cesa en su empeño de ser la amante de su amado Presidente, un hombre de negocios del cual está enamorada (valgan las redundancias, pero quiero que quede claro). ¡Y he aquí el qui de la cuestión! A las geishas no les está permitido amar... son simples obras de arte, bellas de contemplar, buenas acompañantes y en caso de que consigan un danna, un protector, simples amantes. Pero de cara al público no les esta permitido amar, ni casarse, aunque si tener hijos. Esta es la piedra angular en la que se sostiene la historia. Toda la vida de Sayuri y sus esfuerzos van dirigidos única y exclusivamente a acercarse al Presidente. Bonito, ¿no creeís?

Como bien relata uno de los personajes del libro, Mameha, "las geishas no se convierten en tal porque lo deseen, si no porque no les queda otro remedio". 

Muy recomendable si buscáis acercaros a una cultura tan mística como la japonesa, si queréis conocer el mundo de las geishas y si buscáis historias de amor a lo mejor no tan apasionadas como otras en el sentido sexual pero si en el sentido espiritual. En difinitiva, para los que busquéis un libro un poco diferente.